Mediante el lenguaje el analizante se va liberando del peso frustrante, se reviven emociones traumáticas, deseos, conversaciones sin explicaciones, vivencias de tu vida(relaciones con los padres, hermanos, amigos, situaciones en el trabajo, relaciones de pareja…) en las sesiones se habla, se siente y revive esas emociones y se producen las descargas emocionales para liberar todo el contenido mental reprimido, con el fin de que el analizante se desahogue.